2a Corintios 7 (Comentarios)

2ª Epístola de Pablo a los corintios
Nueva Versión Internacional (NVI)

Capítulo 7

1 Como tenemos estas promesas, queridos hermanos, (Esto lo está diciendo Saulo de sí mismo, por lo tanto no es posible corroborar su veracidad. Pero él, sagazmente, lo escribe como si fuera realidad, que ya las promesas están recibidas. Es un manejo muy sutil de la falacia de este maestro del engaño.) Purifiquémonos de todo lo que contamina el cuerpo y el espíritu, para completar en el temor de Dios la obra de nuestra santificación. (Saulo incurre en más contradicciones. ¿Aquí reconoce que la obra de la santificación no está completa? Se enreda Saulo solo con estas afirmaciones, les dice que con él se purifiquen, los anima a seguirlo en  sus enseñanzas “purificadoras”. Para nada menciona la salvación de Jesús, se remite a Dios Padre, directamente. Es su magistral juego de conceptos.)

La alegría de Pablo
2 Hagan lugar para nosotros en su corazón. (Sigue Saulo martillando las mentes de sus seguidores, porque sabe que es necesario que le abran sus mentes y sus corazones, para que reciban sus enseñanzas como palabras de Dios. Si no lo consigue, entonces sus falacias nada de poder tendrían. Obtiene que en el lugar del corazón donde el cristiano pone las enseñanzas, el espíritu de Jesús, también sean adoradas, como palabra de Dios, sus enseñanzas humanas.) A nadie hemos agraviado, a nadie hemos corrompido, a nadie hemos explotado. (Y continúa dando testimonio de sí mismo, recomendándose a sí mismo, como lo hace en todas sus cartas, es estrategia constante. Es su canto de sí mismo, es su mal  ejemplo espiritual, con el que enferma las mentes de sus seguidores, que lo siguen, cada día más lejos del negarse a sí mismos, y de la humildad, que son las vestiduras necesarias, para el día de las bodas del cordero, ver Mateo 22:11-14. Por eso, las predicaciones de hoy, en la iglesia que adora las enseñanzas de Saulo, están plagadas de la vana gloria de sus predicadores, que no temen, predicarse a sí mismos, invadiendo de mundanalidades el trono de la palabra de Dios, para llenarlo de menciones insulsas, y además se convierten  en pillos espirituales, que mordisquean y roban a diario, la gloria que solo a Jesús se debe dar, en el verdadero cristianismo. Por esta mala maña de predicarse a sí mismos, se infiltran como si nada los mercaderes de la fe, por las nefastas y falaces enseñanzas infiltradas por Saulo.) 3 No digo esto para condenarlos; ya les he dicho que tienen un lugar tan amplio en nuestro corazón que con ustedes viviríamos o moriríamos. 4 Les tengo mucha confianza y me siento muy orgulloso de ustedes. Estoy muy animado; en medio de todas nuestras aflicciones se desborda mi alegría. 5 Cuando llegamos a Macedonia, nuestro cuerpo no tuvo ningún descanso, sino que nos vimos acosados por todas partes; conflictos por fuera, temores por dentro. 6 Pero Dios, que consuela a los abatidos, nos consoló con la llegada de Tito, 7 y no sólo con su llegada sino también con el consuelo que él había recibido de ustedes. Él nos habló del anhelo, de la profunda tristeza y de la honda preocupación que ustedes tienen por mí, lo cual me llenó de alegría. (En este párrafo los induce a poner sus ojos y su esperanza en simples seres humanos, los induce a estar pendientes del bienestar de su líder, los baja a lo corporal, a lo terrenal, les quita la vista de lo celestial. Dice exageraciones que no  se pueden comprobar, lo que diría cualquier embaucador, cómo esto de que moriría por ellos. Pero fue que Jesús ya murió por ellos. Es un usurpador, es un impostor. Los tiene totalmente tramados, los amarra con duros lazos sensibleros, obtiene lo que se propuso, que con palabras, solo palabras le den lugar en el trono de las palabras de Dios en sus corazones. Con nada, con espejitos, los conquista, como si fueran ignorantes del valor de las enseñanzas de Jesús. Les roba la palabra de Jesús, y les da a cambio sensiblerías y enseñanzas triviales. Con estas palabras vacías, con este descarado alabarse él mismo, Saulo consigue, que sus seguidores de todos los tiempos, le den ese lugar que él busca en sus corazones. Los hace idólatras, al lograr que reconozcan como de Dios sus enseñanzas humanas. Les asesina sus preciadas almas cristianas.)
8 Si bien los entristecí con mi carta, no me pesa. Es verdad que antes me pesó, porque me di cuenta de que por un tiempo mi carta los había entristecido. 9 Sin embargo, ahora me alegro, no porque se hayan entristecido sino porque su tristeza los llevó al arrepentimiento. Ustedes se entristecieron tal como Dios lo quiere, de modo que nosotros de ninguna manera los hemos perjudicado. 10 La tristeza que proviene de Dios produce el arrepentimiento que lleva a la salvación, de la cual no hay que arrepentirse, mientras que la tristeza del mundo produce la muerte. 11 Fíjense lo que ha producido en ustedes esta tristeza que proviene de Dios: ¡qué empeño, qué afán por disculparse, qué indignación, qué temor, qué anhelo, qué preocupación, qué disposición para ver que se haga justicia! En todo han demostrado su inocencia en este asunto. 12 Así que, a pesar de que les escribí, no fue por causa del ofensor ni del ofendido, sino más bien para que delante de Dios se dieran cuenta por ustedes mismos de cuánto interés tienen en nosotros. 13 Todo esto nos reanima. (Les hace creer, con sus palabras amañadas, que esa tristeza proviene de Dios, no de Saulo, que por esa tristeza, que viene de Saulo, ellos se arrepintieron, por lo tanto es Saulo la fuente del arrepentimiento de sus seguidores. ¿Entonces no se arrepintieron por Jesús?  Usurpa los atributos que solo de Jesús son. Aparte de esto, se yergue como juez de ellos, los absuelve de culpa, y los aprueba, este ladrón de los atributos y de la autoridad de Jesús, en las mentes de los que se extraviaron, con las enseñanzas de Saulo. Al final del párrafo, Saulo los vuelve a amarrar con ese interés tan alto, que sus seguidores terminan teniendo en  ese simple ser humano. No en Dios. Saulo es muy llamador de la atención hacia él y los desvía de poner la atención en Jesús, es muy zorro este lobo romano, fundador de la gran Babilonia.)
Además del consuelo que hemos recibido, nos alegró muchísimo el ver lo feliz que estaba Tito debido a que todos ustedes fortalecieron su espíritu. 14 Ya le había dicho que me sentía orgulloso de ustedes, y no me han hecho quedar mal. Al contrario, así como todo lo que les dijimos es verdad, también resultaron ciertos los elogios que hice de ustedes delante de Tito. 15 Y él les tiene aún más cariño al recordar que todos ustedes fueron obedientes y lo recibieron con temor y temblor. 16 Me alegro de que puedo confiar plenamente en ustedes. (Con lisonjas y frases melosas, sensibleras, románticas, les induce a la obediencia a Saulo, y los juzga con aprobación, con lo que sus ingenuos seguidores aceptan este benévolo juicio, sin darse cuenta que están  aceptando la autoridad de juzgarlos de parte de un insignificante ser humano, cuando Jesús es el único juez. Por eso  se le llama falacia, porque no  se nota que estas frases están envenenadas y asesinan sus almas cristianas. Si Saulo desea que acepten su autoridad, los juzga positivamente, y los ingenuos no se dan cuenta que de todas formas es juicio, y no lo deben aceptar de un hombre, en asuntos espirituales, porque pasan a aceptar su autoridad, y aceptan que sus enseñanzas son palabra de Dios, por lo que pasan  a endiosarlo sin darse cuenta.)