2a Corintios 9 (Comentarios)

2ª Epístola de Pablo a los corintios
Nueva Versión Internacional (NVI)

Capítulo 9

1 No hace falta que les escriba acerca de esta ayuda para los santos, 2 porque conozco la buena disposición que ustedes tienen. Esto lo he comentado con orgullo entre los macedonios, diciéndoles que desde el año pasado ustedes los de Acaya estaban preparados para dar. El entusiasmo de ustedes ha servido de estímulo a la mayoría de ellos. 3 Con todo, les envío a estos hermanos para que en este asunto no resulte vano nuestro orgullo por ustedes, sino que estén preparados, como ya he dicho que lo estarían, 4 no sea que algunos macedonios vayan conmigo y los encuentren desprevenidos. En ese caso nosotros —por no decir nada de ustedes— nos avergonzaríamos por haber estado tan seguros. 5 Así que me pareció necesario rogar a estos hermanos que se adelantaran a visitarlos y completaran los preparativos para esa generosa colecta que ustedes habían prometido. Entonces estará lista como una ofrenda generosa, y no como una tacañería. (Aquí el gran maestro de la falacia, Saulo, sembró con mucho cuidado y con mucho disimulo, la corrupción del afán de riquezas, en su colosal iglesia de la gran Babilonia. Es impresionante la forma de manipular Saulo a sus seguidores, que creen que estas epístolas humanas, son “palabras de Dios”. Los seguidores de Saulo son chantajeados, para exprimirlos, por el mismo Saulo. Los lisonjea con palabras hipócritas, zalameras, venenosas, y a su  vez, Saulo amenaza a sus ingenuos seguidores, con estar decepcionado de ellos, si no dan tantos bienes materiales, como él desea obtener de ellos. Y de paso, les insiste Saulo en la importancia que su líder humano, esté muy satisfecho de ellos, con lo que los lleva sutilmente hacia la idolatría a Saulo. El planeta entero ha terminado adorando las palabras de Saulo como palabras de Dios. Por eso Saulo terminó siendo el colosal personaje que es, porque ha programado a todos sus seguidores, de todos los tiempos, para serle como perritos falderos, pendientes de sus vanidades mundanas, como estas minucias, sobre lo mucho que deben dar para la colecta de Saulo, para la vana gloria de Saulo, que nada tienen que ver con las enseñanzas de Jesús. Por ese falso carácter de “palabra de Dios”, dado sin razón a las epístolas de Saulo, en estas frases de Saulo, se dan gusto todos los mercaderes de la fe en Jesús, todos los traficantes, todos los lobos rapaces vestidos con piel  de oveja, que devoran sin piedad a los seguidores del falso profeta, Saulo, según estaba escrito que sucedería de ellos. En este banquete de frases de difícil interpretación correcta, les sirvió Saulo, a los lobos, que diezman el rebaño del cristianismo, en banquete suculento, a todos sus incautos seguidores y lo hizo sin la más mínima misericordia.)

Sembrar con generosidad
6 Recuerden esto: El que siembra escasamente, escasamente cosechará, y el que siembra en abundancia, en abundancia cosechará. 7 Cada uno debe dar según lo que haya decidido en su corazón, no de mala gana ni por obligación, porque Dios ama al que da con alegría. 8 Y Dios puede hacer que toda gracia abunde para ustedes, de manera que siempre, en toda circunstancia, tengan todo lo necesario, y toda buena obra abunde en ustedes. 9 Como está escrito: «Repartió sus bienes entre los pobres; su justicia permanece para siempre.» 10 El que le suple semilla al que siembra también le suplirá pan para que coma, aumentará los cultivos y hará que ustedes produzcan una abundante cosecha de justicia. 11 Ustedes serán enriquecidos en todo sentido para que en toda ocasión puedan ser generosos, y para que por medio de nosotros la generosidad de ustedes resulte en acciones de gracias a Dios. (Supuesta mente es por medio de Saulo que la generosidad de los corintios produce frutos espirituales. Aquí están los planos espirituales, de cómo se hace la más falaz y pérfida manipulación de las almas, para obtener bienes materiales, la que, obviamente, han copiado por siglos, los devoradores del rebaño, los imitadores del gran Saulo. Amenaza Saulo, subrepticiamente, a los corintios, que si no dan bienes abundantes en la colecta de Saulo, entonces Dios los va a castigar con escasez de bienes. De paso intimida a todos los adoradores de su palabra, a través de los siglos. Si no estuviera pidiéndoles bienes materiales, estos consejos humanos serían inofensivos, pero los está empujando a la fuerza, espiritualmente, que vacíen sus bolsillos, para llenar la bolsa del gran Saulo. Cual gran prestidigitador espiritual, les está metiendo las manos a los bolsillos y como los tiene hipnotizados, ni se dan cuenta.)
12 Esta ayuda que es un servicio sagrado no sólo suple las necesidades de los santos sino que también redunda en abundantes acciones de gracias a Dios. 13 En efecto, al recibir esta demostración de servicio, ellos alabarán a Dios por la obediencia con que ustedes acompañan la confesión del evangelio de Cristo, y por su generosa solidaridad con ellos y con todos. 14 Además, en las oraciones de ellos por ustedes, expresarán el afecto que les tienen por la sobreabundante gracia que ustedes han recibido de Dios. 15 ¡Gracias a Dios por su don inefable! (Según Saulo, si dan bienes materiales, confiesan  a Cristo. Nada más lejos del querer de Cristo. Con cuanta facilidad Saulo tergiversa las enseñanzas de Cristo. Que liso. Que gran desfachatado. Aquí se ve la trascendental importancia que cobran las riquezas y los bienes materiales en la enseñanza de Saulo. Entregar las riquezas a los líderes de la iglesia, queda elevado a la categoría de “servicio sagrado”. Aquí están las magistrales falacias, para que los extraviados seguidores del gran Saulo, se olviden de las enseñanzas de Jesús, aquellas sublimes enseñanzas sobre regalar los bienes a los pobres, pero que tu mano izquierda no sepa lo que hace la derecha, y sobre no desear los bienes materiales. Quedan las perlas de Jesús, pisoteadas por cerdos, reducidas a nada, en la iglesia de la gran Babilonia, la de las escrituras sagradas del grandioso Saulo. Ninguna de estas epístolas de Saulo sería problema, si no estuvieran adorando las palabras de Saulo, al mismo nivel  de las enseñanzas sagradas de Jesús. Estas epístolas serían bonitas opiniones humanas, pero nada más, y hasta harían bien a algunos, a pesar de los errores humanos que en ellas hay escritos. ¿Pero cuándo y a cuáles insensatos, se les ocurrió elevarlas al trono de Dios? Ha sido sin par, la más burda impostura, que ha tenido que padecer la humanidad, durante dos mil largos años. “La abominable desolación en el lugar que no debe”.)

2a Corintios 8 (Comentarios)

2ª Epístola de Pablo a los corintios
Nueva Versión Internacional (NVI)

Capítulo 8

Estímulo a la generosidad
1 Ahora, hermanos, queremos que se enteren de la gracia que Dios ha dado a las iglesias de Macedonia. 2 En medio de las pruebas más difíciles, su desbordante alegría y su extrema pobreza abundaron en rica generosidad. 3 Soy testigo de que dieron espontáneamente tanto como podían, y aún más de lo que podían, 4 rogándonos con insistencia que les concediéramos el privilegio de tomar parte en esta ayuda para los santos. 5 Incluso hicieron más de lo que esperábamos, ya que se entregaron a sí mismos, primeramente al Señor y después a nosotros, conforme a la voluntad de Dios. 6 De modo que rogamos a Tito que llevara a feliz término esta obra de gracia entre ustedes, puesto que ya la había comenzado. 7 Pero ustedes, así como sobresalen en todo —en fe, en palabras, en conocimiento, en dedicación y en su amor hacia nosotros —, procuren también sobresalir en esta gracia de dar. (Estas palabras que parecen ser tan inocentes, en verdad son una incitación a dar en la colecta, con el fin de ser vistos y alabados de los hombres. Son una incitación a sobresalir de entre los demás, evento en el cual, el juez, obviamente, es Saulo, que de paso los intimida con que él es testigo de su  generosidad. Los lisonjea con palabras zalameras, lisas como serpientes, al decirles que sobresalen en todo, en generosidad, en fe, en palabras, en conocimiento, en dedicación, pero obviamente, no podía faltar la rastrera manipulación, y les dice que sobresalen en amor hacia Saulo. Es este fariseo hipócrita, esta serpiente venenosa, el padre de todos los embaucadores de su iglesia de la gran babilonia. Sus seguidores no se dan cuenta, en que forma avasalladora están siendo programados lingüísticamente, para hacer obras contrarias a las enseñanzas divinas de Jesús. No en el dar, sino en las motivaciones internas, de ser vistos y alabados de los hombres al dar. Los pone como punto de comparación, para medir la bendición de Dios, en todos aquellos que lean estas epístolas. Si una iglesia de otra localidad, no diera para la colecta de Saulo, entonces es porque no tendrían la bendición de Dios, dada a través de su enviado, Saulo. Obviamente a partir de estas falacias es que vienen tantos mercaderes de la fe, que explotan la ingenuidad de muchas de las ovejas de Jesús, las que quedan cautivas en las enseñanzas de la gran Babilonia espiritual, la que acepta como pablaras de Dios, las falaces enseñanzas del grandioso anticristo Saulo.)
8 No es que esté dándoles órdenes, sino que quiero probar la sinceridad de su amor en comparación con la dedicación de los demás. (Al decirles que no está dándoles órdenes, da a entender, que si quisiera darles órdenes pudiera hacerlo. En esto, Saulo está creando de la nada, con simples palabras vacías, sutilmente, su supuesta autoridad sobre ellos. ¿Es una frase inocente? No lo es, sino que es programación lingüística del más alto nivel. Al  decirles que quiere poner a prueba la sinceridad de su amor, está diciéndoles que está sobre ellos, que es su juez, con toda la autoridad de ponerlos a prueba. Sus adormecidos seguidores caen en el lazo, sin cuestionar ni una sola palabra.)  9 Ya conocen la gracia de nuestro Señor Jesucristo, que aunque era rico, por causa de ustedes se hizo pobre, para que mediante su pobreza ustedes llegaran a ser ricos. 10 Aquí va mi consejo sobre lo que les conviene en este asunto: El año pasado ustedes fueron los primeros no sólo en dar sino también en querer hacerlo. 11 Lleven ahora a feliz término la obra, para que, según sus posibilidades, cumplan con lo que de buena gana propusieron. 12 Porque si uno lo hace de buena voluntad, lo que da es bien recibido según lo que tiene, y no según lo que no tiene. 13 No se trata de que otros encuentren alivio mientras que ustedes sufren escasez; es más bien cuestión de igualdad. 14 En las circunstancias actuales la abundancia de ustedes suplirá lo que ellos necesitan, para que a su vez la abundancia de ellos supla lo que ustedes necesitan. Así habrá igualdad, 15 como está escrito: «Ni al que recogió mucho le sobraba, ni al que recogió poco le faltaba.» (Crea Saulo una confusión deliberada, al decir que Cristo se hizo pobre para que nosotros nos hiciéramos ricos. Jesús enseñó  que el discípulo es igual a su maestro, pero Saulo los está alejando de ser como su maestro, para que se pierdan, no sean como su maestro Jesús, y no lo notan por la sutileza de sus estrategias, que producen los nefastos efectos mentales que su autor se propuso, autorizado desde el cielo, para poner a prueba a todos los seres humanos. Obviamente la realidad sobre qué tipo de riqueza les habla, no es difícil de ver, porque Saulo viene tratándoles el tema de dar donaciones materiales a los de Jerusalén. Saulo los está conduciendo magistralmente, con sus frases, hacia el interés en ser prósperos, ricos, en este mundo material. Es una falaz inducción vedada, a que deseen las riquezas materiales. Por eso la iglesia que sigue las enseñanzas de Saulo está plagada de mercaderes de la fe y plena de ostentación de riqueza material y de lujos. No es que sean corruptos en sí mismos, sino que su cruel maestro les puso estos lazos que ellos copiaron ingenuamente. Saulo les dice, sin que ellos se den cuenta, que ellos llegarán a ser diferentes a su maestro Jesús, que enseñaba poner los ojos en los tesoros celestiales y no en las riquezas terrenales.)

Tito enviado a Corinto
16 Gracias a Dios que puso en el corazón de Tito la misma preocupación que yo tengo por ustedes. (Sigue recomendándose a sí mismo, llamando la atención sobre sí mismo, cobrándoles la preocupación que de ellos tiene. Con estos lazos los ata cientos de veces, cada que sus seguidores leen estas frases.) 17 De hecho, cuando accedió a nuestra petición de ir a verlos, lo hizo con mucho entusiasmo y por su propia voluntad. 18 Junto con él les enviamos al hermano que se ha ganado el reconocimiento de todas las iglesias por los servicios prestados al evangelio. 19 Además, las iglesias lo escogieron para que nos acompañe cuando llevemos la ofrenda, la cual administramos para honrar al Señor y demostrar nuestro ardiente deseo de servir. 20 Queremos evitar cualquier crítica sobre la forma en que administramos este generoso donativo; 21 porque procuramos hacer lo correcto, no sólo delante del Señor sino también delante de los demás. (Y sigue con esa interminable cantaleta, que él es muy bueno, que hace lo correcto, no solo delante del Señor, sino delante de los demás. Mucho fariseo hipócrita destructor de mentes humanas. Vuelve el veneno de hacer las obras de caridad como los fariseos, que hacen ruido para que los hombres vean que están dando a los demás. Ese veneno de que los demás digan que él  es “bueno”. Ese veneno que Saulo va inyectando, sin piedad, para matar la espiritualidad de la iglesia que siga sus falaces enseñanzas. Tremenda recogida de donaciones, en medio de bombos y platillos, y sus seguidores no dicen nada de lo sospechoso y lo contrario a las enseñanzas de Jesús, que tan claro fue con estas falaces actitudes fariseas. Toda esa jauría de lobos voraces, que diezma a su gusto al rebaño de supuestos seguidores de Jesús, proviene de estas venenosas enseñanzas, que tan inocentes parecen.)
22 Con ellos les enviamos a nuestro hermano que nos ha demostrado con frecuencia y de muchas maneras que es diligente, y ahora lo es aún más por la gran confianza que tiene en ustedes. (Cómo pueden caer tan dormidos en sus redes. Les está programando, en esto de demostrar cosas a los demás, no a Dios, en hacer obras para ser vistos y aprobados de los hombres. Y se burla de ellos sin respetarlos, puesto que el supuesto hermano, independientemente de quien sea, ahora es más diligente porque va a recoger “donaciones” que ellos van a administrar. Obvio, es la puerta abierta a los millones de ladrones que han azotado al pueblo cristiano. Los hizo entrar su grandioso y pérfido líder. Eso no es prueba de nada y es obvio que el hermano, ese recomendado, les va a tener mucha más confianza, si está recibiendo, no les está dando, ni prestando nada, viene es a tomar de ellos, la confianza se necesita es cuando se da a alguien.)  23 En cuanto a Tito, es mi compañero y colaborador entre ustedes; y en cuanto a los otros hermanos, son enviados de las iglesias, son una honra para Cristo. 24 Por tanto, den a estos hombres una prueba de su amor y muéstrenles por qué nos sentimos orgullosos de ustedes, para testimonio ante las iglesias. (Sigue, sin parar su insistencia en que les comprueben a otros seres humanos y no lo hagan por Dios ¿qué? Lo buenos que deben ser. Se enseñorea de ellos. Los lisonjea en general, los aprueba con juicio falaz, venenoso, que disque ellos honran a Cristo. Que tan lejos estamos todos de honrar a Cristo. Y al final los termina de enredar programándoles el que se desvivan porque el líder se “sienta” satisfecho de ellos, todo para que los vean los demás, no para que Cristo vea que obedecen sus enseñanzas de humildad y de hacer la caridad en secreto, que tu mano izquierda no sepa lo que hace la derecha. Que lejos los ha desviado  de Cristo, y ¿no ven?)

2a Corintios 7 (Comentarios)

2ª Epístola de Pablo a los corintios
Nueva Versión Internacional (NVI)

Capítulo 7

1 Como tenemos estas promesas, queridos hermanos, (Esto lo está diciendo Saulo de sí mismo, por lo tanto no es posible corroborar su veracidad. Pero él, sagazmente, lo escribe como si fuera realidad, que ya las promesas están recibidas. Es un manejo muy sutil de la falacia de este maestro del engaño.) Purifiquémonos de todo lo que contamina el cuerpo y el espíritu, para completar en el temor de Dios la obra de nuestra santificación. (Saulo incurre en más contradicciones. ¿Aquí reconoce que la obra de la santificación no está completa? Se enreda Saulo solo con estas afirmaciones, les dice que con él se purifiquen, los anima a seguirlo en  sus enseñanzas “purificadoras”. Para nada menciona la salvación de Jesús, se remite a Dios Padre, directamente. Es su magistral juego de conceptos.)

La alegría de Pablo
2 Hagan lugar para nosotros en su corazón. (Sigue Saulo martillando las mentes de sus seguidores, porque sabe que es necesario que le abran sus mentes y sus corazones, para que reciban sus enseñanzas como palabras de Dios. Si no lo consigue, entonces sus falacias nada de poder tendrían. Obtiene que en el lugar del corazón donde el cristiano pone las enseñanzas, el espíritu de Jesús, también sean adoradas, como palabra de Dios, sus enseñanzas humanas.) A nadie hemos agraviado, a nadie hemos corrompido, a nadie hemos explotado. (Y continúa dando testimonio de sí mismo, recomendándose a sí mismo, como lo hace en todas sus cartas, es estrategia constante. Es su canto de sí mismo, es su mal  ejemplo espiritual, con el que enferma las mentes de sus seguidores, que lo siguen, cada día más lejos del negarse a sí mismos, y de la humildad, que son las vestiduras necesarias, para el día de las bodas del cordero, ver Mateo 22:11-14. Por eso, las predicaciones de hoy, en la iglesia que adora las enseñanzas de Saulo, están plagadas de la vana gloria de sus predicadores, que no temen, predicarse a sí mismos, invadiendo de mundanalidades el trono de la palabra de Dios, para llenarlo de menciones insulsas, y además se convierten  en pillos espirituales, que mordisquean y roban a diario, la gloria que solo a Jesús se debe dar, en el verdadero cristianismo. Por esta mala maña de predicarse a sí mismos, se infiltran como si nada los mercaderes de la fe, por las nefastas y falaces enseñanzas infiltradas por Saulo.) 3 No digo esto para condenarlos; ya les he dicho que tienen un lugar tan amplio en nuestro corazón que con ustedes viviríamos o moriríamos. 4 Les tengo mucha confianza y me siento muy orgulloso de ustedes. Estoy muy animado; en medio de todas nuestras aflicciones se desborda mi alegría. 5 Cuando llegamos a Macedonia, nuestro cuerpo no tuvo ningún descanso, sino que nos vimos acosados por todas partes; conflictos por fuera, temores por dentro. 6 Pero Dios, que consuela a los abatidos, nos consoló con la llegada de Tito, 7 y no sólo con su llegada sino también con el consuelo que él había recibido de ustedes. Él nos habló del anhelo, de la profunda tristeza y de la honda preocupación que ustedes tienen por mí, lo cual me llenó de alegría. (En este párrafo los induce a poner sus ojos y su esperanza en simples seres humanos, los induce a estar pendientes del bienestar de su líder, los baja a lo corporal, a lo terrenal, les quita la vista de lo celestial. Dice exageraciones que no  se pueden comprobar, lo que diría cualquier embaucador, cómo esto de que moriría por ellos. Pero fue que Jesús ya murió por ellos. Es un usurpador, es un impostor. Los tiene totalmente tramados, los amarra con duros lazos sensibleros, obtiene lo que se propuso, que con palabras, solo palabras le den lugar en el trono de las palabras de Dios en sus corazones. Con nada, con espejitos, los conquista, como si fueran ignorantes del valor de las enseñanzas de Jesús. Les roba la palabra de Jesús, y les da a cambio sensiblerías y enseñanzas triviales. Con estas palabras vacías, con este descarado alabarse él mismo, Saulo consigue, que sus seguidores de todos los tiempos, le den ese lugar que él busca en sus corazones. Los hace idólatras, al lograr que reconozcan como de Dios sus enseñanzas humanas. Les asesina sus preciadas almas cristianas.)
8 Si bien los entristecí con mi carta, no me pesa. Es verdad que antes me pesó, porque me di cuenta de que por un tiempo mi carta los había entristecido. 9 Sin embargo, ahora me alegro, no porque se hayan entristecido sino porque su tristeza los llevó al arrepentimiento. Ustedes se entristecieron tal como Dios lo quiere, de modo que nosotros de ninguna manera los hemos perjudicado. 10 La tristeza que proviene de Dios produce el arrepentimiento que lleva a la salvación, de la cual no hay que arrepentirse, mientras que la tristeza del mundo produce la muerte. 11 Fíjense lo que ha producido en ustedes esta tristeza que proviene de Dios: ¡qué empeño, qué afán por disculparse, qué indignación, qué temor, qué anhelo, qué preocupación, qué disposición para ver que se haga justicia! En todo han demostrado su inocencia en este asunto. 12 Así que, a pesar de que les escribí, no fue por causa del ofensor ni del ofendido, sino más bien para que delante de Dios se dieran cuenta por ustedes mismos de cuánto interés tienen en nosotros. 13 Todo esto nos reanima. (Les hace creer, con sus palabras amañadas, que esa tristeza proviene de Dios, no de Saulo, que por esa tristeza, que viene de Saulo, ellos se arrepintieron, por lo tanto es Saulo la fuente del arrepentimiento de sus seguidores. ¿Entonces no se arrepintieron por Jesús?  Usurpa los atributos que solo de Jesús son. Aparte de esto, se yergue como juez de ellos, los absuelve de culpa, y los aprueba, este ladrón de los atributos y de la autoridad de Jesús, en las mentes de los que se extraviaron, con las enseñanzas de Saulo. Al final del párrafo, Saulo los vuelve a amarrar con ese interés tan alto, que sus seguidores terminan teniendo en  ese simple ser humano. No en Dios. Saulo es muy llamador de la atención hacia él y los desvía de poner la atención en Jesús, es muy zorro este lobo romano, fundador de la gran Babilonia.)
Además del consuelo que hemos recibido, nos alegró muchísimo el ver lo feliz que estaba Tito debido a que todos ustedes fortalecieron su espíritu. 14 Ya le había dicho que me sentía orgulloso de ustedes, y no me han hecho quedar mal. Al contrario, así como todo lo que les dijimos es verdad, también resultaron ciertos los elogios que hice de ustedes delante de Tito. 15 Y él les tiene aún más cariño al recordar que todos ustedes fueron obedientes y lo recibieron con temor y temblor. 16 Me alegro de que puedo confiar plenamente en ustedes. (Con lisonjas y frases melosas, sensibleras, románticas, les induce a la obediencia a Saulo, y los juzga con aprobación, con lo que sus ingenuos seguidores aceptan este benévolo juicio, sin darse cuenta que están  aceptando la autoridad de juzgarlos de parte de un insignificante ser humano, cuando Jesús es el único juez. Por eso  se le llama falacia, porque no  se nota que estas frases están envenenadas y asesinan sus almas cristianas. Si Saulo desea que acepten su autoridad, los juzga positivamente, y los ingenuos no se dan cuenta que de todas formas es juicio, y no lo deben aceptar de un hombre, en asuntos espirituales, porque pasan a aceptar su autoridad, y aceptan que sus enseñanzas son palabra de Dios, por lo que pasan  a endiosarlo sin darse cuenta.)

2a Corintios 6 (Comentarios)

2ª Epístola de Pablo a los corintios
Nueva Versión Internacional (NVI)

Capítulo 6

1 Nosotros, colaboradores de Dios, les rogamos que no reciban su gracia en vano. (Les hace dar por sentado, a todos los que lo reciben, que Saulo y los suyos son colaboradores de Dios, pero en realidad, es solo Saulo dando testimonio de sí mismo, recomendándose, por enésima vez, a sí mismo, para que sus extraviados seguidores, le sirvan de eco, a través de los pueblos y de las generaciones, haciéndoles creer que es enviado de Dios, directamente desde lo alto.) 2 Porque él dice: «En el momento propicio te escuché, y en el día de salvación te ayudé.» Les digo que éste es el momento propicio de Dios; ¡hoy es el día de salvación! (Les está haciendo creer que a través de él, de Saulo, es el momento propicio de Dios y el día de salvación. Es el arte de decir una palabra, la que reciben sus oyentes y lectores, con efectos diferentes en sus mentes. Es el más refinado arte de la falacia. El más genial maestro de los embaucadores del planeta, el número uno de los estafadores espirituales.)

Privaciones de Pablo
3 Por nuestra parte, a nadie damos motivo alguno de tropiezo, para que no se desacredite nuestro servicio. (No se detiene en dar testimonio de sí mismo, es insistente, es incansable, y así ha logrado que sus seguidores crean que es verdad, su grandioso y magistral engaño. El muy engreído, esparce como epidemia, el virus del mal ejemplo espiritual. Sus seguidores no ven que esto no se dice en el cristianismo. Se trata de no ser tropiezo, con humildad, a sabiendas de lo difícil que es, pero no se alardea, cual fariseo hipócrita. Esta actitud de alardear de Saulo, por el contrario, falazmente, es ser tropiezo para sus seguidores, que han copiado todas sus malas mañas espirituales, durante siglos, dentro de la iglesia de la gran Babilonia, la que ha traspasado las enseñanzas sagradas de Jesús, añadiéndoles como de Dios, las enseñanzas humanas del César romano espiritual, el grandioso Saulo.) 4 Más bien, en todo y con mucha paciencia nos acreditamos como servidores de Dios: en sufrimientos, privaciones y angustias; 5 en azotes, cárceles y tumultos; en trabajos pesados, desvelos y hambre. 6 Servimos con pureza, conocimiento, constancia y bondad; en el Espíritu Santo y en amor sincero; 7 con palabras de verdad y con el poder de Dios; con armas de justicia, tanto ofensivas como defensivas; 8 por honra y por deshonra, por mala y por buena fama; veraces, pero tenidos por engañadores; 9 conocidos, pero tenidos por desconocidos; como moribundos, pero aún con vida; golpeados, pero no muertos; 10 aparentemente tristes, pero siempre alegres; pobres en apariencia, pero enriqueciendo a muchos; como si no tuviéramos nada, pero poseyéndolo todo. (No tiene compasión de sus engañados, es impresionante la manipulación sentimental, a la que los somete, en las lisas frases de este párrafo. Es aterrador el descaro, con que da testimonio de sí mismo, se recomienda a sí mismo sin vergüenza, ante la sabiduría de Dios. Sus cartas son una oda a sí mismo, un canto de exaltación al grandioso Saulo, y sus seguidores ni se dan por enterados, que están siendo programados lingüísticamente, para ser presos adoradores del anticristo. Es el gran seductor de la humanidad, es abrumador su ministerio extraviador, es descomunal su cementerio, su fosa común de almas asesinadas sin piedad. Las almas de sus adoradores, las almas de sus seguidores.)
11 Hermanos corintios, les hemos hablado con toda franqueza; les hemos abierto de par en par nuestro corazón. 12 Nunca les hemos negado nuestro afecto, pero ustedes sí nos niegan el suyo. 13 Para corresponder del mismo modo —les hablo como si fueran mis hijos—, ¡abran también su corazón de par en par! (Otro tremendo lazo de cazador, para que en el caigan redonditos sus ingenuos seguidores. Les induce magistralmente, con argumentos sensibleros y románticos, con peligrosos llamados sentimentales, a que abran  sus corazones a las falaces enseñanzas de su ladino guia espiritual. Y vaya que lo ha conseguido por miles de años, es el más consumado artista del engaño.)

No formen yunta con los incrédulos

14 No formen yunta con los incrédulos. ¿Qué tienen en común la justicia y la maldad? ¿O qué comunión puede tener la luz con la oscuridad? 15 ¿Qué armonía tiene Cristo con el diablo? ¿Qué tiene en común un creyente con un incrédulo? 16 ¿En qué concuerdan el templo de Dios y los ídolos? Porque nosotros somos templo del Dios viviente. Como él ha dicho: «Viviré con ellos y caminaré entre ellos. Yo seré su Dios, y ellos serán mi pueblo.» Por tanto, el Señor añade: 17 «Salgan de en medio de ellos y apártense. No toquen nada impuro, y yo los recibiré.» 18 «Yo seré un padre para ustedes, y ustedes serán mis hijos y mis hijas, dice el Señor Todopoderoso.»  (Es descarado Saulo, al  decir que él es templo del Dios viviente, es blasfemo, es anatema, cuando en  realidad es usurpador de su templo, el hijo del diablo, haciéndose pasar por el hijo de Dios. Por otra parte, Jesús formó yunta desigual con todos nosotros los incrédulos, por su misericordia. ¿Quién es Pablo, para decirnos, pretendiendo que esto sea palabra de Dios, que hagamos lo contrario que hizo con nosotros, nuestro Señor y Maestro? Esta enseñanza, si la tomamos como recomendación humana, es pasable, y hasta se puede tener en cuenta como consejo, que alejaría de sufrimientos inútiles a muchos. Pero si la convirtieron en palabra de Dios absoluta, universal e irrevocable, sin excepciones, entonces están volviendo a los tiempos del antiguo testamento, cuando Moisés les prohibió a los israelitas juntarse con los demás pueblos. El mismo Moisés, aquel que no cumplió su propia norma, y tomo una mujer gentil, una mujer cusita, aquel Moisés, que cuando fue juzgado por sus hermanos Aarón y María, salió airoso y perdonado de incumplir dicha norma. Es más, sus jueces sufrieron castigo de parte de “Dios”. A esta norma humana de Saulo, el grande, a todas luces le podemos aplicar miles de excepciones, como la de Moisés, para bien de los seres humanos. Pero si le dan el trato de palabras de Dios, a estas soberbias palabras humanas, se vuelve una norma discriminatoria, excluyente falta de amor de Dios. Por aplicar y seguir esta norma, los cristianos terminan creyéndose mejores que los de otras religiones y muy fariseos, muy hipócritas. Jesús, cuyas palabras si son universales, si sirven para todas las personas, en todos los lugares y en todos los tiempos, ese Jesús, con su “palabra de Dios” jamás diría semejante enseñanza, tan fácil de ser mal interpretada, tan  excluyente y tan falta de misericordia y de amor hacia los demás. Jesús te envía enseñanzas de misericordia, no de soberbia, como estas enseñanzas meramente humanas, nada divinas, dadas con la mejor de las intenciones, pero que han hecho tanto daño a tantas personas a través de los tiempos. Enseñanzas que son falaces, dadas en nombre de un Dios que se unió en yugo desigual con los humanos, a tal punto de dar su vida por nosotros, imagínese, que yugo tan desigual, y que ejemplo tan desigual al del grandioso Saulo.)

2a Corintios 5 (Comentarios)

2ª Epístola de Pablo a los corintios
Nueva Versión Internacional (NVI)

Capítulo 5

Nuestra morada celestial
1 De hecho, sabemos que si esta tienda de campaña en que vivimos se deshace, tenemos de Dios un edificio, una casa eterna en el cielo, no construida por manos humanas. 2 Mientras tanto suspiramos, anhelando ser revestidos de nuestra morada celestial, 3 porque cuando seamos revestidos, no se nos hallará desnudos. (Les hace suponer que esto es verdad, solo porque Saulo lo dice de sí mismo. Pero solo son palabras, que apresurada mente sus seguidores dan por ciertas, para su  desventura. Al aceptar esta esperanza, que Dios mismo les tiene una casa celestial, a los seguidores de Saulo, no se dan cuenta que aceptan que su grandioso Maestro viene de parte de Dios y sus enseñanzas son palabras de Dios. Les inyecta el veneno con anestesia, les inyecta su mentira, unida a la esperanza verdadera de sus seguidores.) 4 Realmente, vivimos en esta tienda de campaña, suspirando y agobiados, pues no deseamos ser desvestidos sino revestidos, para que lo mortal sea absorbido por la vida. 5 Es Dios quien nos ha hecho para este fin y nos ha dado su Espíritu como garantía de sus promesas. 6 Por eso mantenemos siempre la confianza, aunque sabemos que mientras vivamos en este cuerpo estaremos alejados del Señor. (Les vende Saulo, el vendedor más grande del mundo, la esperanza en un mañana perfecto, sin muerte, en el reino de Dios, en el reino de Jesús, si siguen sus enseñanzas, si aceptan sus enseñanzas como de Dios, si ellos son de Saulo. Les vende palabras, solo palabras, que miles de millones de incautos seres humanos, han comprado, sin darse cuenta que solo es una bien elaborada estafa. Porque a la verdad hay un mañana sin muerte, un mañana perfecto, pero solo para los cristianos que no traspasen las enseñanzas de Jesús, para los vencedores de las falacias del anticristo, nunca para los seguidores del grandioso Saulo.) 7 Vivimos por fe, no por vista. 8 Así que nos mantenemos confiados, y preferiríamos ausentarnos de este cuerpo y vivir junto al Señor. 9 Por eso nos empeñamos en agradarle, ya sea que vivamos en nuestro cuerpo o que lo hayamos dejado. 10 Porque es necesario que todos comparezcamos ante el tribunal de Cristo, para que cada uno reciba lo que le corresponda, según lo bueno o malo que haya hecho mientras vivió en el cuerpo. (Contradice su propia enseñanza de que es por fe y no por obras la salvación. En este mismo párrafo afirma que vive por fe, pero que al final cada uno va a recibir según lo bueno o malo que haya hecho mientras vivió en su cuerpo. Han llegado, sus extraviados seguidores, a seguirle el juego de tal forma, que argumentan que después de decir que Jesús es Dios, el hombre puede hacer los pecados que quiera, y solo saldrá perjudicado en que no recibirá muchos premios, muchas coronas, pero que haga lo que haga, Jesús ya pagó por su salvación y ya es salvo, haga lo que haga. Estas falacias, son la cosecha de los hijos de Saulo, la grandiosa confusión de la teología de la gran Babilonia, la del césar espiritual, la de los seguidores del emperador romano espiritual, el grandioso Saulo.)

El ministerio de la reconciliación
11 Por tanto, como sabemos lo que es temer al Señor, tratamos de persuadir a todos, aunque para Dios es evidente lo que somos, (claro que sí, es demasiado evidente, que estas frases solo son escritas para engañar a sus lectores. Lo extraño es que no desconfíen, de quien se atreve a escribir, en contra de toda sabiduría, y reciban como si fueran de Dios, esas afirmaciones totalmente falaces. Demasiado engreído Saulo, al  decir que ellos sí saben lo que es temer al Señor. Es lo mismo que declararse santos, libres de todo pecado, es ser fariseos hipócritas al máximo. Se engañan  a sí mismos sus ingenuos seguidores, con palabras vacías, cuya veracidad nadie puede comprobar. Son palabras, que los angustiados humanos desearían escuchar, para sentirse protegidos y seguros con la santidad alardeada de su falaz líder. Todo el que conozca bien las enseñanzas de Jesús, está seguro que el cristiano verdadero jamás dirá disparates como estos. Saulo eleva más aún el nivel de engaño, con esta frase que para Dios es evidente que ellos son santos. Saulo, demasiado engreído  y sus seguidores demasiado crédulos, afanosos de creerle a cualquier bufón, que les diga que viene de parte de Dios mismo, que Dios aprueba su santidad. Y le creen al grandioso embaucador, como estaba escrito de los que se extraviaron, y traspasaron las enseñanzas de Jesús, añadiéndoles enseñanzas de hombres, para adorarlas como palabras de Dios.) Y espero que también lo sea para la conciencia de ustedes. 12 No buscamos el recomendarnos otra vez a ustedes, sino que les damos una oportunidad de sentirse orgullosos de nosotros, para que tengan con qué responder a los que se dejan llevar por las apariencias y no por lo que hay dentro del corazón. (Saulo insiste en eso de darles una “inmerecida oportunidad” de enorgullecerse de él, el muy arrogante, con aires de superioridad. Sobre todo enorgullecerse, que están anti cristiano. Insiste en que sean las conciencias románticas, de sus seguidores, quienes les allanen el sendero, para que las multitudes les crean sus falacias, de generación en  generación, “de ingenuos”. Insiste, como siempre, el astuto Saulo, en recomendarse a sí mismo, en la misma frase que niega estar recomendándose a sí mismo, y de paso acepta que veces antes, si se había recomendado a sí mismo. Recomendarse a sí mismo en sí no es un delito, pero es inaceptable en el sendero de la sabiduría, y el mismo Jesús advirtió de quienes dan testimonio de sí mismos, que buscan su propia gloria y no dicen la verdad. Ese Saulo es el más consumado maestro de la falacia que haya pisado la faz de la tierra. No por nada, en verdad, es el antagonista de Jesús en las mentes de los cristianos, el probador, el despiadado asesino  de almas. ¿Cómo Puede ser que no se den cuenta, sus adormecidos seguidores, que le están recibiendo estas palabras vacías y vanas, para adorarlas, como palabra de Dios, igual que a las altísimas palabras de Jesús?) 13 Si estamos locos, es por Dios; y si estamos cuerdos, es por ustedes. (Son palabras, tramadoras, sensibleras, dedicadas a atar los corazones ilusos de sus seguidores, pero en realidad solo son palabras inútiles, redundantes, palabras que a nada llevan, palabras que aparentemente lisonjean a sus seguidores, pero en realidad los confunden, los enredan en temas sin la más mínima importancia para la salvación de las almas.) 
14 El amor de Cristo nos obliga, porque estamos convencidos de que uno murió por todos, y por consiguiente todos murieron. 15 Y él murió por todos, para que los que viven ya no vivan para sí, sino para el que murió por ellos y fue resucitado. 16 Así que de ahora en adelante no consideramos a nadie según criterios meramente humanos. Aunque antes conocimos a Cristo de esta manera, ya no lo conocemos así. (Aquí les dice que él, Saulo, conoce a Cristo de una forma no humana, por lo tanto es de una forma celestial que lo conoce. Dando a entender, que los que reciban sus enseñanzas, también conocerán a Cristo, de la misma forma celestial. El muy falaz.) 17 Por lo tanto, si alguno está en Cristo, es una nueva creación. ¡Lo viejo ha pasado, ha llegado ya lo nuevo! 18 Todo esto proviene de Dios, quien por medio de Cristo nos reconcilió consigo mismo y nos dio el ministerio de la reconciliación: 19 esto es, que en Cristo, Dios estaba reconciliando al mundo consigo mismo, no tomándole en cuenta sus pecados y encargándonos a nosotros el mensaje de la reconciliación. 20 Así que somos embajadores de Cristo, como si Dios los exhortara a ustedes por medio de nosotros: «En nombre de Cristo les rogamos que se reconcilien con Dios.» (Este es un precioso párrafo humano, pero al final, El sagaz Saulo, lo usa para dar testimonio de sí mismo tres veces; pues les hace creer a sus seguidores, que el ministerio de la reconciliación lo reciben a través de Saulo, les dice que es embajador de Cristo, es decir su representante, y que Dios lo usa para exhortarlos a ellos, a sus seguidores. Todas estas son palabras que dice Saulo de sí mismo unido a promesas y esperanzas del reino  de Dios, lo que lo hace el más grande traficante de la fe. Es el lobo romano vestido  de oveja israelita. Es muy zorro.)  21 Al que no cometió pecado alguno, por nosotros Dios lo trató como pecador, para que en él recibiéramos la justicia de Dios.