Gálatas 2 (Comentarios)

Nueva Versión Internacional (NVI)

Capítulo 2

Los apóstoles aceptan a Pablo
(Este título, añadido a la epístola, por los traductores de las escrituras, dice algo que no dice en la epístola, y refleja el alto grado de seducción, falacia y extravío, aún de los más estudiosos. Ninguno de los doce apóstoles habla sobre este tema, de la inclusión de Saulo, al exclusivo “grupo cerrado” de los doce apóstoles. Por tanto, dar por hecho que lo que aquí se escribió es verdad, es ingenuidad de los seguidores de Saulo. En ninguna frase de este capítulo, dice que los apóstoles aceptaron a Saulo como apóstol de Jesús, que es lo que Saulo necesita que crean sus ingenuos seguidores, por lo que repite muchas veces en sus epístolas, que él es apóstol de Jesús. Si no obtiene que lo reconozcan como apóstol, sus extraviados seguidores, Saulo no tiene autoridad “celestial” en sus mentes. Contrario a esto, si uno es cristiano verdadero, es muy celoso, es vigilante, con lo que se dice sobre los doce, y más si se trata de críticas a su autoridad delegada por Jesús. Este capítulo de Gálatas es un robo a los lectores, es una magistral estafa, es para exaltar a Pablo, a costillas de desprestigiar a la autoridad de los doce apóstoles, y está dedicado especialmente a menospreciar la autoridad de Pedro. Vean lo que está escrito en la epístola, sin dejarse inducir a error por tan excelso maestro de la falacia, el grandioso Saulo, el humano más importante, más astuto, más sagaz, el falaz usurpador de la autoridad del Cristo en las mentes de los lectores ingenuos, el camuflado usurpador del trono celestial.)
catorce años después subí de nuevo a Jerusalén, esta vez con Bernabé, llevando también a Tito. Fui en obediencia a una revelación, y me reuní en privado con los que eran reconocidos como dirigentes, (Saulo desconoció la autoridad de los doce durante catorce años y no subió a ellos a Jerusalén, buscando lo correcto, buscando enseñanza de la doctrina apostólica. Saulo no subió a Jerusalén a reconocer la autoridad de los doce, sino que dice que subió independiente de la presencia de los doce, la cual ya dejó claro que no le importa. Subió supuestamente, “obedeciendo una misteriosa revelación propia”, muy al estilo de Saulo y sus frases ambiguas. Al escribir Saulo, que se reunió en privado con “algunos de ellos”, está dando testimonio de sí mismo, y es solo su palabra, hablando en nombre de ellos. Es más, al referirse a “algunos de ellos”, sin nombres propios, les está menospreciando la importancia de su autoridad en el cristianismo, para que sus seguidores los menosprecien también, pues solo así Saulo roba esa autoridad que no le pertenece.) y les expliqué el evangelio que predico entre los gentiles, para que todo mi esfuerzo no fuera en vano. (Está confesando que en realidad lo motiva a hacer este viaje, solo buscando proteger su ministerio, que sus ingenuos seguidores no entienden que es un ministerio extraviador, ministerio probador de la fe de los cristianos. Subió, porque necesita unir su ministerio a la autoridad apostólica, lo cual hace con hábiles y falaces frases, de él solo, hablando en nombre de los apóstoles verdaderos.) Ahora bien, ni siquiera Tito, que me acompañaba, fue obligado a circuncidarse, aunque era griego. El problema era que algunos falsos hermanos se habían infiltrado entre nosotros para coartar la libertad que tenemos en Cristo Jesús a fin de esclavizarnos. Ni por un momento accedimos a someternos a ellos, pues queríamos que se preservara entre ustedes la integridad del evangelio. (Saulo, confundiendo a los doce, con algunos cristianos infiltrados entre sus propios seguidores, en esta frase, en forma indirecta y vedada, ataca la suprema autoridad de los doce apóstoles verdaderos, tratando de destruir su valor de única autoridad humana en el cristianismo. Esta frase es uno de los principios de la rebelión vedada de Saulo, incitando a sus seguidores a desechar la autoridad total de los doce. Es tan astuto que da a entender que es posible que no se haya sometido a la autoridad de los doce, para preservar la libertad de sus seguidores. Los seduce con palabras engañosas.) En cuanto a los que eran reconocidos como personas importantes —aunque no me interesa lo que fueran, porque Dios no juzga por las apariencias—, esos tales no me impusieron nada nuevo.  (Saulo dice que se reunió con algunos de los doce. Ellos no dicen eso en escrito, predicación o discurso alguno, aunque Pedro lo llama el amado hermano Pablo, nada más, y dice que Saulo tiene puntos de difícil inteligencia, que se prestan para ser mal interpretados, por los seguidores no conocedores de las palabras de Jesús. Obviamente los doce no salieron a descalificarlo, como Saulo sí los está descalificando, en estas frases pérfidas y sediciosas, ni los doce se pusieron a sembrar divisiones, como sí lo necesitaba hacer Saulo, menospreciando la autoridad de los doce, para robar su autoridad en las mentes de sus ingenuos seguidores. Ni se pusieron los doce a arrancar la cizaña del huerto, según enseñó Jesús que no hicieran, aunque mucho lo desearan, porque haciendo así dañarían la fe en Jesús del incipiente cristianismo. Nunca hablaron de un nombre en especial, como de un único, supuesto anticristo, sino que advertían a todos, sobre los muchos anticristos que vendrían adentro del cristianismo. Porque afuera del cristianismo no hay anticristos. No hay usurpadores o desviadores de la fe, afuera del rebaño, sino que todo anticristo obra desde adentro del cristianismo, trata de robar la gloria que Jesús con nadie comparte, de ser Dios y sus palabras ser la palabra de Dios. Es adentro del cristianismo, el grandioso ministerio extraviador de Saulo, el más grande y más camuflado anticristo, que la historia humana haya podido engendrar. Más grande y más importante anticristo, más camuflado y magistral que Saulo, no ha habido ni lo habrá. Este librito, por esa consideración, es necesario que sea divulgado por debajo de los pulpitos y por debajo de los predicadores, que sea como un secreto a voces, un susurro subterráneo, para que no afecte la fe del rebaño. Que sea una verdad secreta para las masas, pero visible solo para los estudiosos, para los que buscan, para los que van deseando a fondo la verdad total y absoluta. Este librito no será multitudinario, porque es necesario que Saulo ponga a prueba a toda la cristiandad, con su ministerio extraviador, a ver si se dejan desviar de Jesús.  Al contrario, reconocieron que a mí se me había encomendado predicar el evangelio a los gentiles, de la misma manera que se le había encomendado a Pedro predicarlo a los judíos. (Está mintiendo y sus seguidores le creen, puesto que Pedro dijo muy claro, en ese mismo concilio, que a él se le había dado la misión de ser el apóstol de los gentiles. Ver hechos 15:7. Cuando en casa de Cornelio tuvo la visión de la manta llena de animales puros e impuros. Esas solo son las palabras falaces de Pablo sobre una supuesta reunión “privada” con los dirigentes, con los doce verdaderos, y en esa supuesta reunión cambiaron las misiones del cristianismo a favor de Pablo y los apóstoles nada dijeron de eso. Ingenuos los que creen estas cartas, sin leer y diferenciar, lo que dijeron, Jesús, Pedro y Juan.) El mismo Dios que facultó a Pedro como apóstol de los judíos me facultó también a mí como apóstol de los gentiles. (Saulo repite la mentira: que él fue enviado por Jesús a los gentiles y Pedro fue enviado a los judíos. Cuando en realidad Pedro fue enviado a los gentiles. Esta elaborada falacia de Saulo, para tratar de quedarse con la autoridad terrenal en el ministerio a los gentiles, no ha sido refrendada por la autoridad del cristianismo, por Pedro, Santiago o Juan, ni por alguno de los otros nueve apóstoles verdaderos.) En efecto, Jacobo, Pedro y Juan, que eran considerados columnas, al reconocer la gracia que yo había recibido, nos dieron la mano a Bernabé y a mí en señal de compañerismo, de modo que nosotros fuéramos a los gentiles y ellos a los judíos. (Pero solo son palabras de Saulo, que dice que lo aceptaron, cuando en realidad nada dice en este párrafo, para creer que los ausentes doce, sí lo aceptaron. Porque Saulo lo dice una y otra vez, dan por hecho sus ingenuos seguidores que así fue, y que en esa visita fue reconocido como el treceavo, el aborto, el no nacido, el que murió en el vientre, el que nació muerto, según palabras del mismo Saulo en otros de sus fatales párrafos. Ver 1ª a los corintios 15:8.) 10 Solo nos pidieron que nos acordáramos de los pobres, y eso es precisamente lo que he venido haciendo con esmero. (Está Saulo enseñando a sus seguidores, la levadura del fariseísmo hipócrita, del que tanto advirtió Jesús, al alardear Saulo, con bombos y platillos, de su supuesta caridad hacia los pobres. Ha alardeado Saulo, de su supuesta caridad, durante largos dos mil años, y ante miles de millones de lectores. Eso es anticristiano, entiéndanlo de una vez por todas. Y está poniendo Saulo, en boca de Santiago, Pedro y Juan, palabras y obras que no se sabe si fueron así. El falaz Saulo sigue mintiendo, y los ingenuos le siguen creyendo, y se siguen postrando, ante la falsa divinidad de las palabras escritas, por un humano insignificante, como cualquiera de nosotros, jamás comparables, con las palabras que habló Jesús, aquí en la Tierra, que sí son en verdad, “la palabra de Dios”.)

11 Pues bien, cuando Pedro fue a Antioquía, le eché en cara su comportamiento condenable. 12 Antes que llegaran algunos de parte de Jacobo, Pedro solía comer con los gentiles. Pero, cuando aquellos llegaron, comenzó a retraerse y a separarse de los gentiles por temor a los partidarios de la circuncisión. 13 Entonces los demás judíos se unieron a Pedro en su hipocresía, y hasta el mismo Bernabé se dejó arrastrar por esa conducta hipócrita. (Saulo está acusando, nada más y nada menos, que a la autoridad del cristianismo. Ver Mateo 16:19 y 18:18. “todo lo que ates en la tierra será atado en el Cielo”. Lo condena y lo ataca para destruir su autoridad. Dice que Pedro es hipócrita, cuando ese es un distintivo de los fariseos, como Saulo. Si Jesús les dio carta blanca a los doce apóstoles, Saulo no tiene ni la más mínima autoridad para cuestionar los hechos de Pedro. Pero Saulo necesita destruir la autoridad de Pedro, para poder robar, en las mentes de sus ingenuos seguidores, esa autoridad exclusiva de Pedro, de los doce, y de nadie, además de ellos.) 14 Cuando vi que no actuaban rectamente, como corresponde a la integridad del evangelio, (Aquí aprovecha Saulo para sentar cátedra de rectitud a costillas de la autoridad de los doce. Por estas nefastas frases, los doce apóstoles son menospreciados durante estos dos mil años. Es un golpe magistral de Saulo, no a Pedro, ni a los doce, sino a las mentes de sus extraviados seguidores.) le dije a Pedro delante de todos: (Y lo está diciendo ahora, y lo ha dicho una y otra vez, por dos mil años, delante de miles de millones de lectores cristianos, que Pedro no vale ni poquito en el cristianismo, que es un hipócrita, que es despreciable. Está atacando la autoridad suprema de Pedro a nivel humano, tratando de dejar al cristianismo sin su autoridad apostólica. Es importante ver que le dijo esto “delante de todos”. Es una conducta típica de un hipócrita fariseo, que pretende robar la autoridad de Pedro. Procede así, para ser visto y alabado por los hombres, para extraviar a sus ingenuos seguidores. Si en verdad hubiera sucedido lo que el falaz dice, y si Saulo fuera de verdad cristiano, entonces Saulo hubiera hablado con Pedro a solas, ver Mateo 18:15-20. Y por ningún motivo hubiera escrito tan desafortunadas frases. Así es “como de verdad corresponde a la integridad del evangelio”, que Saulo tan ladinamente invoca.) «Si tú, que eres judío, vives como si no lo fueras, ¿por qué obligas a los gentiles a practicar el judaísmo? (Es falso que Pedro estuviera obligándolos a judaizar, eso no se deduce de los hechos expuestos por Pablo. Además, no conocemos la versión de Pedro sobre lo ocurrido. Por lo que es muy fácil para Saulo, escribir mal de Pedro a kilómetros de distancia, y a sabiendas que Pedro no iba a contestar. Aquí el hipócrita queda como un héroe (falso héroe), y hace ver a la autoridad del cristianismo como una pandilla de villanos, aparentadores, superficiales, lo cual en verdad no son. Eso es lo que Saulo busca para robar la autoridad de los doce y la gloria del Cristo verdadero, por ello es el anticristo. Y los extraviados seguidores del impostor, compran sin revisarlas, todas las versiones de los hechos escritos por Saulo, obvio, son sus seguidores, les teje un velo con hilos sutiles, a sus mentes, y Pedro no está allí para desmentir lo escrito.)
15 Nosotros somos judíos de nacimiento y no “pecadores paganos”.  (Es increíble que en nombre de Jesús se diga semejante blasfemia, pero es que Saulo está escribiendo para los de Galacia, territorio de las ovejas pérdidas de la casa de Israel, y trata de comprarlos y engañarlos con frases zalameras. Aquí judaíza Saulo, hace lo mismo que criticaba, en la supuesta conducta inventada a Pedro. Es el mismo fariseo hipócrita de siempre, un lobo romano que no dejó de ser lobo, pero ahora está hablando como una oveja israelita, lo cual puede hacer, pues es ciudadano romano y es Israelita. Como si ser judío lo hiciera libre de pecado, como si ser pagano lo hiciera pecador por sí mismo. Es mentira, es absurdo.) 16 Sin embargo, al reconocer que nadie es justificado por las obras que demanda la ley, sino por la fe en Jesucristo, también nosotros hemos puesto nuestra fe en Cristo Jesús, para ser justificados por la fe en él y no por las obras de la ley; porque por estas nadie será justificado.  (Estas frases parecen perfectas, pero son de muy difícil inteligencia como las llamó Pedro, por lo que, durante miles de años, las almas se han perdido diciendo que, con solo confesar que Jesús es Cristo, ya tienen la salvación asegurada. Ver 2ª de Pedro 3:16. Que ingenuidad. Es que Saulo necesitaba esto para extraviarlos y que además creyeran que Saulo, además de Jesús, tiene “palabra de Dios” y como ya supuestamente están salvados, no importa si siguen a Saulo también. Y para su desventura, reciben esas enseñanzas humanas, como si fueran palabras escritas por su Dios.)
17 Ahora bien, cuando buscamos ser justificados por Cristo, se hace evidente que nosotros mismos somos pecadores. ¿Quiere esto decir que Cristo está al servicio del pecado? ¡De ninguna manera! 18 Si uno vuelve a edificar lo que antes había destruido, se hace transgresor. (Pone Saulo frases incoherentes, confusas, como estas últimas, y se enredan ingenuamente en ellas sus seguidores. Esto no tiene que ver con la salvación) 19 Yo, por mi parte, mediante la ley he muerto a la ley, a fin de vivir para Dios. 20 He sido crucificado con Cristo, y ya no vivo yo, sino que Cristo vive en mí. Lo que ahora vivo en el cuerpo, lo vivo por la fe en el Hijo de Dios, quien me amó y dio su vida por mí. 21 No desecho la gracia de Dios. Si la justicia se obtuviera mediante la ley, Cristo habría muerto en vano». (Saulo habla, como si en verdad fuera la máxima autoridad cristiana. Este de estar crucificado con Cristo, es el más noble y alto deseo del alma. Esta es una enseñanza preciosa, ya que todos deseamos tener a Cristo, vivo, en carne, adentro de nosotros, ocupando el lugar de nuestra alma, siendo nuestra alma Él. Pero no es posible que esto sea dicho por un cristiano, como un hecho ya consumado, y más si es sabedor de su pequeñez y su indignidad. Pero el grandioso Saulo no puede ser humilde y aquí está siendo, cómo él es, audazmente presuntuoso, desvergonzado, y está engañando a sus seguidores al tratar de robar la cruz de Cristo, para gloria de Saulo, sin haberla sufrido. Estas falacias confunden tanto a sus ingenuos seguidores, que no se dan cuenta que aceptan que dan por hecho que Saulo está en la cruz con Cristo, aunque todos sabemos que no lo estamos. Aquí se ve clarito el ministerio de la suprema suplantación de la identidad de Cristo, por el anticristo, el usurpador, y por miles de años ni lo han visto. Es maravilloso poder entender, que personaje tan genial, aunque del lado oscuro, es grandioso y magistral usurpador ese Saulo.)