1 Corintios 10
Nueva
Versión Internacional (NVI)
Advertencias basadas en la historia de Israel
1
No quiero que desconozcan, hermanos, que nuestros antepasados estuvieron todos
bajo la nube y que todos atravesaron el mar. 2 Todos ellos fueron bautizados en
la nube y en el mar para unirse a Moisés.
3 Todos también comieron el mismo
alimento espiritual 4 y tomaron la misma bebida espiritual, pues bebían de la
roca espiritual que los acompañaba, y la roca era Cristo. 5 Sin embargo, la
mayoría de ellos no agradaron a Dios, y sus cuerpos quedaron tendidos en el
desierto. (Sin
que sus extraviados seguidores sepan, está diciendo lo que va a suceder con el
más grande grupo de supuestos seguidores de Jesús, que terminó siendo solamente
la religión del anticristo. La mayoría no agradaron a Dios, se extraviaron en
pos de enseñanzas humanas, sus almas quedaron tendidas en el desierto espiritual
y no se daban cuenta.)
6
Todo eso sucedió para servirnos de ejemplo, a fin de que no nos apasionemos por
lo malo, como lo hicieron ellos. 7 No sean idólatras, como lo fueron algunos de
ellos, según está escrito: «Se sentó el pueblo a comer y a beber, y se entregó
al desenfreno.» 8 No cometamos
inmoralidad sexual, como algunos lo hicieron, por lo que en un sólo día
perecieron veintitrés mil. 9 Tampoco pongamos a prueba al Señor, como lo
hicieron algunos y murieron víctimas de las serpientes. 10 Ni murmuren contra
Dios, como lo hicieron algunos y sucumbieron a manos del ángel destructor. 11
Todo eso les sucedió para servir de ejemplo, y quedó escrito para advertencia
nuestra, pues a nosotros nos ha llegado el fin de los tiempos. 12 Por lo tanto,
si alguien piensa que está firme, tenga cuidado de no caer. 13 Ustedes no han
sufrido ninguna tentación que no sea común al género humano. (El mismo hecho, de ser puestos a prueba por el magistral
artista del engaño, el gran anticristo Pablo y sus falacias, es algo
normal para la creación de un ser humano,
como hijo de Dios. Todo cristiano tiene que saber reconocer cuales enseñanzas
son de su Dios, y cuales son palabras de hombres, revestidas de la apariencia
de palabras de Dios. Satanás descendía desde el Cielo como un rayo, según
Jesús. Ese Satanás no ascendía del infierno a atormentar a los humanos,
descendía del Cielo mismo. Por lo tanto, descendía del Cielo, con el poder y la
autorización de Dios, obviamente para poner a prueba primero a Pablo, que creyó
que ese rayo sí era Jesús, que ya había venido por segunda vez y en espíritu a hablar con él, con Saulo. Con ese
Saulo que ya era un anticristo importante, alguien que odiaba a los apóstoles,
que respiraba deseos de asesinarlos, que estaba de líder de los asesinos de
Esteban, alguien que odiaba hasta la
saciedad al verdadero Espíritu Santo.
Esto no lo ven sus extraviados
seguidores. Pablo ya era el anticristo con todos los pergaminos, antes de que
satanás descendiera desde el Cielo, como un rayo y le dijera a Saulo que se
llamaba Jesús. Era un merecido engaño de parte de su jefe satanás a su más querido hijo, el
fariseo Saulo. Que Jesús descendiera del cielo como un rayo, era algo
imposible, puesto que Jesús y los ángeles -hechos 1 9:11- dijeron que Jesús solo volverá, igual que se fue,
en carne, vendrá solo hasta el
final de los tiempos, vendrá solo cuando
llegue el tiempo de juzgar, a toda la humanidad. Algunos dirán que descendió
Jesús en Espíritu, en ese rayo, pero Jesús le dijo a Tomás, que Él
vino en carne, resucitó en carne,
ascendió en carne y volverá en carne. Si
alguien de la trinidad, hubiese descendido a hablar con Saulo, necesariamente
tendría que ser el Espíritu Santo, el cual no mentiría diciendo ser Jesús. Aquel
Espíritu Santo, del cual Saulo profería miles de blasfemias, las cuales, según
Jesús, no tienen, ni tendrán, perdón de Dios, aquel Espíritu Santo que Saulo
tanto odiaba a muerte, desde lo más profundo de su alma. No fue que el diablo
tomó un hombre bueno para el reino de Dios y lo engañó. Sucedió igual que con Judas, el diablo tomó a uno de
los suyos, a un hijo de perdición y lo infiltró entre los cristianos para
ponerlos a prueba, autorizado por Dios. Que Satanás se haga pasar por Dios, autorizado
por Dios, para probar a todos sus supuestos hijos, es lo más natural, y el
mismo Pablo lo dice en estas frases,
aunque sus seguidores no se dan cuenta que también habla del gran seductor y
sus ingenuos seguidores, los cuales no reconocen la voz del verdadero Pastor
celestial.) Pero Dios es
fiel, y no permitirá que ustedes sean tentados más allá de lo que puedan
aguantar. Más bien, cuando llegue la tentación, él les dará también una salida
a fin de que puedan resistir. (Perfecto ejemplo de todo lo que está sucediendo con las
falaces enseñanzas del gran anticristo Pablo. Cuando se descubra, al final de los tiempos, la impostura, entonces
también se sabrá que no era una prueba más allá de las capacidades humanas esta
del ministerio secreto del anticristo, que ha extraviado a todas las naciones con sus miles de
millones de seres inteligentes, porque así estaba determinado desde el principio, que la fe se prueba y la
enseñanza de Jesús no admite compartir su gloria con las enseñanzas de hombres.
A ninguno lo engaño la mentira. Todos y
cada uno de los engañados se extraviaron a sí mismos diciendo que la mentira era la verdad, porque no eran
de la verdad.)
Las fiestas idólatras y la Cena del Señor
14
Por tanto, mis queridos hermanos, huyan de la idolatría. 15 Me dirijo a
personas sensatas; juzguen ustedes mismos lo que digo. (La
frase de Pablo invitándolos a juzgar lo que él
dice es una falacia puesto que los impele a reconocer que lo que Pablo
dice, lo dice de parte de Dios mismo, no como hombre. Así pues parece una frase inocente, donde da
libertad a los suyos, pero en verdad es una cadena puesto que si dijeras que no
es así estarías desconociendo la autoridad total de Pablo, lo cual sus seguidores en ningún momento pueden hacer. Sin darse cuenta, sus seguidores se
hacen idólatras, al reconocer como palabra de Dios, las enseñanzas humanas de
Pablo, el gran artista del engaño.) 16 Esa copa de bendición por la
cual damos gracias, ¿no significa que entramos en comunión con la sangre de Cristo?
Ese pan que partimos, ¿No significa que entramos en comunión con el cuerpo de
Cristo? 17 Hay un solo pan del cual todos participamos; por eso, aunque somos
muchos, formamos un solo cuerpo. (Les dice que huyan de la idolatría y justamente ahí los pone a
idolatrar el pan y el vino. También les
hace pensar que no son seres individuales delante de Dios, les da a entender
que hay una responsabilidad colectiva delante de Dios, la responsabilidad es
del cuerpo, no de los individuos. Son dos falacias con las que consuma, aún
más, el extravío de sus confundidos seguidores.) 18 Consideren al
pueblo de Israel como tal: ¿No entran en comunión con el altar los que comen de
lo sacrificado? 19 ¿Qué quiero decir con esta comparación? ¿Que el sacrificio
que los gentiles ofrecen a los ídolos sea algo, o que el ídolo mismo sea algo?
20 No, sino que cuando ellos ofrecen sacrificios, lo hacen para los demonios,
no para Dios, y no quiero que ustedes entren en comunión con los demonios. 21
No pueden beber de la copa del Señor y también de la copa de los demonios; no
pueden participar de la mesa del Señor y también de la mesa de los demonios. 22
¿O vamos a provocar a celos al Señor? ¿Somos acaso más fuertes que él? (Son
tres idolatrías iguales. Lo ofrecido a los ídolos, las carnes ofrecidas a Dios,
en el antiguo testamento, y la enseñanza según la cual adentro, en el
pan y en el vino de la Santa Cena, está de verdad Jesús. En las tres
idolatrías, las personas son
transformadas espiritualmente por lo que comen. Así de suavecito, va
extraviando Pablo a sus seguidores, de las enseñanzas de Jesús, como aquella
que no es lo que entra por la boca lo que hace impuro al hombre. Sino lo que
sale de la boca eso sí hace impuro al hombre, según Jesús. Ninguna
santificación viene por un ritual. Ningún ritual es tomado en cuenta por Dios. Ni siquiera comer la
santa cena santifica al hombre. La Santa cena se hace según Jesús, para
recordarlo a Él. Porque las palabras de Jesús, son esa verdadera Santa Cena que
debemos tomar y comer para vivir. La carne no aprovecha para nada, el
espíritu es el que da la vida, las
palabras que Jesús nos habló, son Espíritu
y son vida. Leer el evangelio de Jesús, y aceptarlo como palabras de
Dios, es comer a Jesús, ninguna otra cosa lo es. Todo esto, enseñado por Jesús,
contradice estas falaces enseñanzas de Pablo. No es necesario estar puro para
tomar la santa cena, puesto que nadie pudiera tomarla. Que estrategia
magistral del engaño la de Pablo, haciendo
que rechacen la idolatría demoníaca, Pablo les hace elegir la idolatría del pan
y el vino a sus seguidores, los cuales terminan
aceptando ser santos por lo que comen, por rituales, ya sean las carnes
del antiguo testamento, ya sean el pan y el vino, en contra posición a las
carnes ofrecidas a los ídolos.)
La libertad del creyente
23
«Todo está permitido», pero no todo es provechoso. «Todo está permitido», pero
no todo es constructivo. 24 Que nadie busque sus propios intereses sino los del
prójimo. 25 Coman de todo lo que se vende en la carnicería, sin preguntar nada
por motivos de conciencia, 26 porque «del Señor es la tierra y todo cuanto hay
en ella». 27 Si algún incrédulo los invita a comer, y ustedes aceptan la
invitación, coman de todo lo que les sirvan sin preguntar nada por motivos de
conciencia. 28 Ahora bien, si alguien les dice: «Esto ha sido ofrecido en
sacrificio a los ídolos», entonces no lo coman, por consideración al que se lo
mencionó, y por motivos de conciencia. 29 (Me refiero a la conciencia del otro,
no a la de ustedes.) ¿Por qué se ha de juzgar mi libertad de acuerdo con la
conciencia ajena? 30 Si con gratitud participo de la comida, ¿me van a condenar
por comer algo por lo cual doy gracias a Dios? 31 En conclusión, ya sea que
coman o beban o hagan cualquier otra cosa, háganlo todo para la gloria de Dios.
32 No hagan tropezar a nadie, ni a judíos, ni a gentiles ni a la iglesia de
Dios. 33 Hagan como yo, que procuro agradar a todos en todo. No busco mis
propios intereses sino los de los demás, para que sean salvos. (Estas
enseñanzas sobre la libertad condicional
del creyente, nada dicen en concreto, puesto que acepta cómo válidas dos
situaciones contrarias. Es confuso, es contradictorio, y lo único que queda en
claro, es que incita a los suyos a obrar para ser vistos de los hombres, los
incita a tratar de salvar a otros con su ejemplo, y de paso los acusa de
condenar a otros con el mal ejemplo. Cuando “nadie” podrá culpar a otros de
haberse condenado y nadie podrá salvar a otros. Nadie además de Jesús puede
salvar a un ser humano. Cuando el gran
artista Pablo, dice que nadie busque sus intereses, sino los del
prójimo, y más adelante cuando dice que no hagan tropezar a nadie, les pone la
pesada responsabilidad de salvar o condenar a otras personas. Es un hilo
muy delgado el que teje esta madeja de
falacias, es un artista consumado el que elabora el entramado para seducir a
las naciones, con tantos hombres inteligentes entre ellas. Por lo demás el
último verso es el broche de oro de todo fariseo hipócrita. Les está diciendo
que él, un insignificante ser humano, salva a otros. No se dan cuenta sus
extraviados seguidores. Les dice que hagan como él, se interpone entre Jesús y
sus seguidores, los desvía hacia él y han pasado dos mil años y no se dan
cuenta de la impostura. Les dice que él Pablo no hace lo que él desea sino lo que los demás esperan que él
haga. Los extravía aún más de Jesús. Es imposible que un verdadero cristiano,
que sigue la voz de Jesús se deje extraviar por estas elaboradas redes de
muchas falacias.)