2ª Epístola de Pablo a los corintios
Nueva Versión Internacional (NVI)
Capítulo 1
1
Pablo, apóstol de Cristo Jesús por la voluntad de Dios, (Falacia
que el astuto Saulo repite, al principio de sus epístolas más reconocidas, por los
historiadores, como auténticas de Saulo, es como la firma personal de ese grandioso,
hábil y recursivo usurpador del trono y de la gloria de Jesús.) Y Timoteo
nuestro hermano, a la iglesia de Dios que está en Corinto y a todos los santos
en toda la región de Acaya: 2 Que Dios nuestro padre y el Señor Jesucristo les
concedan gracia y paz. (Esta es otra astucia con la que Saulo
va tomando la autoridad sin tenerla en verdad, determinando quien, como Timoteo, es de su confianza, y enviando gracias y
bendiciones en el nombre de Dios, que no
es otro que Jesús. Se toma el nombre de Jesús para crear a su antojo una
religión humana, para ir creando su gran
Babilonia espiritual.)
El Dios de toda
consolación
3
Alabado sea el Dios y Padre de nuestro Señor Jesucristo, Padre misericordioso y
Dios de toda consolación, 4 quien nos consuela en todas nuestras tribulaciones
para que con el mismo consuelo que de Dios hemos recibido, también nosotros
podamos consolar a todos los que sufren. 5 Pues así como participamos
abundantemente en los sufrimientos de Cristo, así también por medio de él
tenemos abundante consuelo. 6 Si sufrimos, es para que ustedes tengan consuelo
y salvación; y si somos consolados, es para que ustedes tengan el consuelo que
los ayude a soportar con paciencia los mismos sufrimientos que nosotros
padecemos. 7 Firme es la esperanza que tenemos en cuanto a ustedes, porque
sabemos que así como participan de nuestros sufrimientos, así también
participan de nuestro consuelo. (El zorro Pablo con
palabras astutas, les induce a creer que él es semejante a Cristo, al decirles a
los corintios que él, un simple ser humano, participa abundantemente del mismo sufrimiento
de Cristo. Roba hasta el sufrimiento de nuestro Señor Jesús, lo roba para
atraer a su persona la atención de los ingenuos del mundo. Con este bien tejido
juego de palabras, sin darse cuenta, los seguidores del grandioso usurpador,
dan por hecho que Pablo les trae en su persona los sufrimientos de Cristo y también
su consolación. ¿Cómo no se dan cuenta por Dios?)
8
Hermanos, no queremos que desconozcan las aflicciones que sufrimos en la
provincia de Asia. Estábamos tan agobiados bajo tanta presión, que hasta
perdimos la esperanza de salir con vida: 9 nos sentíamos como sentenciados a
muerte. Pero eso sucedió para que no confiáramos en nosotros mismos sino en
Dios, que resucita a los muertos. 10 Él nos libró y nos librará de tal peligro
de muerte. En él tenemos puesta nuestra esperanza, y él seguirá librándonos. 11
Mientras tanto, ustedes nos ayudan orando por nosotros. Así muchos darán
gracias a Dios por nosotros a causa del don que se nos ha concedido en
respuesta a tantas oraciones. (Vuelve y les enreda
las mentes a sus ingenuos seguidores, haciéndoles creer que el sacrificio de
Pablo, es semejante al de Jesús. Sus sufrimientos que sí son reales, pero
meramente humanos, y por los cuales ningún hombre debe dar gracias, ni por esos
pequeños sufrimientos se recibe la redención, este zorro, este lobo romano
espiritual, les hace creer que esos sufrimientos humanos son semejantes al
sacrificio de Jesús. Los pone a orar por él, y a estar agradecidos con el Padre,
por este grandioso personaje que supuestamente el Padre mismo les ha enviado
para llevarlos a Dios. Un falaz segundo redentor. Además, sin darse cuenta, en
este párrafo, sus seguidores aceptan que Dios debe librar de la muerte a Saulo.
Contrario a esa falacia, el verdadero Mesías, el verdadero Cristo, Jesús, ante
la inminencia de su muerte en la cruz, no deseaba sino que se hiciera la
voluntad del Padre y aceptó morir por nuestros pecados. Saulo desvía sutilmente
a los seguidores de Jesús, hacia el temor a la muerte, los desvía a creer que
Dios Padre tiene el deber de librarlos de la muerte tanto a él como a sus
amigos. Es la misma posición tan humana, tan carnal, como la de Pedro en Mateo
16: 22-23, cuando regañándolo Jesús fuertemente, le dice “alejate de mí
satanás”, pues no piensas según Dios, sino según los hombres. Viene este astuto
lobo romano, y vuelve a imponer esos mismos pensamientos, llamados satánicos,
por Jesús en ese párrafo de las verdaderas escrituras sagradas, llamados los
cuatro evangelios. No las falsas escrituras sagradas, como estas cartas humanas
del gran Saulo, sobrevaloradas por sus ingenuos seguidores.)
Pablo cambia de
planes
12
Para nosotros, el motivo de satisfacción es el testimonio de nuestra
conciencia: Nos hemos comportado en el mundo, y especialmente entre ustedes,
con la santidad y sinceridad que vienen de Dios. Nuestra conducta no se ha
ajustado a la sabiduría humana sino a la gracia de Dios. (Burdo
y falso fariseo hipócrita, que es capaz de declararse santo y puro. Que es
capaz de hacerles creer a sus muy ingenuos seguidores, que tanto él, como sus
amigos, no han tenido fallas humanas, y que su santidad y su sinceridad, son al
cien por ciento iguales a las de Jesús. Cualquiera sabe que esto es mentira, que
es exageración. Cualquiera sabe que esto solo lo dice de sí mismo, alguien que
desea engañar a otros. El mismo Jesús enseñó que el que de sí mismo da
testimonio busca su propia gloria y no es veraz. Según este párrafo de Saulo,
el humano, si su santidad es según Jesús, entonces su conciencia es perfecta,
lo cual es mentira, y su conciencia pasaría a ser el modelo a seguir para los
seres humanos. Nadie es como dice el astuto anticristo Saulo. Que narcisismo,
que egolatría, la que han copiado los vanos y falaces discípulos de Saulo, que
contaminación han regado entre el
cristianismo. Huele mal, huele a podredumbre. Con razón la iglesia de
Babilonia, la Roma de Saulo, tiene tantos errores hoy en día, si desde el principio
está podrida.) 13 No estamos
escribiéndoles nada que no puedan leer ni entender. (Mentira
que lo van a entender del todo, es imposible que entiendan tantas contradicciones en estas cartas.) Espero que comprenderán del todo, 14 así como ya
nos han comprendido en parte, que pueden sentirse orgullosos de nosotros como
también nosotros nos sentiremos orgullosos de ustedes en el día del Señor
Jesús. (Luego los extravía haciéndoles creer que el día del juicio, él,
Saulo, va estar, presente para aplaudirlos y recomendar su salvación delante de
Jesús. Les hace creer que el día del juicio que hará Jesús a todas las almas,
él, el pequeño Saulo, va a estar en un
trono de autoridad, como un conjuez al lado de Jesús. Y que sus seguidores se
van a ver con Saulo, lo cual no va a suceder el día del juicio. Les hace creer que
de la recomendación de Saulo va a depender la salvación de muchos. Nadie estará
al lado de Jesús el día del juicio para interceder por cada uno de los seres
humanos. El juicio es de Jesús para todos los individuos. No habrá ese tal
mentiroso Saulo, esperándolos, para recomendarlos delante de Jesús. La
satisfacción de Saulo por las obras de sus seguidores nada vale para Dios el
día del juicio final.)
15
Confiando en esto, quise visitarlos primero a ustedes para que recibieran una
doble bendición; 16 es decir, visitarlos de paso a Macedonia, y verlos otra vez
a mi regreso de allá. Así podrían ayudarme a seguir el viaje a Judea. (Tremendo
tramador, el lobo Saulo, que les hace creer que el solo hecho de la visita de
ese grandioso adalid, es de por sí ya una bendición. Que recibirlo a él, a ese
pequeño e insignificante ser humano, es una bendición para sus vidas. Pequeños
e insignificantes somos todos los seres humanos, con la excepción de nadie, al
ser comparados con Dios, con Jesús. Estas frases de la suprema importancia de
la persona del grandioso Saulo, se repiten en todos aquellos que las han leído
por dos mil largos años. Los que las han recibido confiados en sus corazones,
le han dado un lugar de honor en el trono de sus almas y no se han dado cuenta
que fueron cazados con finos lazos de cazador.)
17 Al proponerme esto, ¿acaso lo hice a la ligera? ¿O es que hago mis planes
según criterios meramente humanos, de manera que diga «sí, sí» y «no, no» al
mismo tiempo? 18 Pero tan cierto como que Dios es fiel, el mensaje que les
hemos dirigido no es «sí» y «no». (Aquí el astuto artífice
del engaño, les atrapa en sus redes haciéndoles creer que sus obras y sus
enseñanzas cumplen planes y criterios
divinos, así, ladrillo a ladrillo va levantando el trono, de la divinidad de
sus palabras, ante el cual se han
postrado miles de millones de seres humanos durante largos dos mil años. Han
sido idólatras al elevar a la categoría de Dios a un simple ser humano,
adorando sus enseñanzas como divinas, en sus corazones. Engañados, atados a
falacias, extraviados con errores, que tomaron por verdades de Dios. Es
atrevido Saulo al decir que su mensaje
es tan fiel como lo es Dios. Blasfemia deberían ver. Anatema debería ser, pero
ha cazado a sus ingenuos adoradores para el extravío.) 19 Porque
el Hijo de Dios, Jesucristo, a quien Silvano, Timoteo y yo predicamos entre
ustedes, no fue «sí» y «no»; en él siempre ha sido «sí». 20 Todas las promesas
que ha hecho Dios son «sí» en Cristo. Así que por medio de Cristo respondemos
«amén» para la gloria de Dios. 21 Dios es el que nos mantiene firmes en Cristo,
tanto a nosotros como a ustedes. (También este párrafo
tiende a hacerles creer, a sus extraviados seguidores, que las enseñanzas de
Saulo, todas, son ajustadas a la voluntad divina, sin la más mínima excepción. Les
hace creer con estas falacias, que Saulo
y sus amigos, como cosa rara, sí están firmes en Cristo, cosa que nadie
dice estarlo, si es conocedor de las
enseñanzas de Jesús. Además les da a creer que son representantes directos de
Jesús. La araña teje su red, cual artista consumado, hilo por hilo
pacientemente.) Él nos ungió,
22 nos selló como propiedad suya y puso su Espíritu en nuestro corazón, como
garantía de sus promesas. (No le importa
blasfemar y decirles a sus seguidores, que él, Saulo, y sus acompañantes, son
ungidos de Jesús y sus seguidores le creen sin dudar. Les dice que él, Saulo, y
sus acompañantes, tienen el sello del Espíritu Santo, que sus palabras están
garantizadas por la mismísima trinidad. Todo un embaucador, un hábil tramador.)
23
¡Por mi vida! Pongo a Dios por testigo de que es sólo por consideración a
ustedes por lo que todavía no he ido a Corinto. (Los
menosprecia en forma vedada, como si fuera gran cosa que él fuera a visitarlos,
y ellos aún no lo merecen a él, tan grande, tan
santo, tan ungido. Los rebaja en estas frases, para subirse él sobre
ellos. Como si se necesitara que ellos fueran mejores personas para dignarse él
ir y visitarlos. Típico de un fariseo hipócrita. Jesús no vino a llamar a
justos, sino a pecadores. Jesús no vino dónde los buenos, sino dónde los que
eran pecadores. Y este tonto, les hace creer que no son aun suficientemente
buenos para que él vaya donde ellos. 24 No es que intentemos imponerles la fe, sino
que deseamos contribuir a la alegría de ustedes, pues por la fe se mantienen
firmes. (Con todos estos juegos de palabras y doctrinas veladas de merecimientos,
les va imponiendo su tipo fariseo de fe, la fe de los que merecen, aunque diga
que su fe no es por obras sino que es por
gracia, los hace esforzarse para ser dignos de él, del insignificante
Saulo. Los aleja de Jesús. Muy sagaz, muy zorro, muy lobo, muy romano en lo
espiritual. Tiene la verdad secuestrada, cautiva en su gran Babilonia
espiritual. Él es el anticristo, él es
la abominable desolación en el lugar que no debe.)